
Resguardar lo que se gana cuando se trabaja es una de las principales preocupaciones de cualquier persona: puede significar una seguridad futura. En los últimos años un nuevo tipo de banco ha ido ganando terreno, dada la adaptación tecnológica y de comportamiento de los clientes. Se trata de los neobancos.
El interés de los usuarios por perder mucho tiempo en las instalaciones ha ido disminuyendo con el tiempo. Prácticamente en muchos países las libretas de cheques también han ido desapareciendo como instrumento financiero y la apertura de cuentas en muchas oportunidades puede hacerse a distancia. Solo por Internet.
Dentro de esta dinámica, los neobancos se han ido abriendo camino, por cuanto funcionan única y exclusivamente en el mundo 2.0 y tienen la misión de facilitarle a sus clientes cualquier tipo de transacción. Aseguran los expertos que fueron creados principalmente para los jóvenes, quienes tienenfacilidad y pericia para manejar en línea sus cuentas.
Sin embargo, hay que diferenciar a los neobancos de otras figuras que se han vuelto muy populares en los últimos tiempos, los fintech. Como lo dice su término compuesto (finance y technology), este tipo de empresas ofrece, como intermediaria, diferentes tipos de servicios y productos para la actividad financiera. Una de las más populares es PayPal, que facilita los pagos y las transferencias económicas entre usuarios de Internet.
Aunque pueden complementarse no son lo mismo. Los fintech no son entidades bancarias. Solo sirven como puente entre el cliente y la institución. No obstante, los bancos y los neobancos sí utilizan la filosofía tecnológica de los fintech para hacer las transacciones de sus clientes.
Obviamente, su llegada a países de América Latina ha sido lenta o, sencillamente, aún no lo han hecho. Brasil es de los pocos países sudamericanos donde los neobancos están establecidos. A través de ellos los clientes no solo pueden tener su dinero a resguardo, sino que tienen la capacidad de realizar cualquier transacción que requieran sin necesidad de ir hasta la agencia.
Una de las causas por las cuales no son tan conocidos ni difundidos es porque mucha gente aún desconfía de las transacciones en línea. Aun cuando durante el confinamiento no hubo muchas alternativas, ya que las oficinas bancarias estuvieron cerradas por largos meses y las transacciones debían realizarse online, todavía existe quién duda de la seguridad que representa este tipo de plataformas.
Perder el dinero que tanto esfuerzo costó conseguir a manos de unos piratas cibernéticos no es algo con lo que mucha gente está dispuesta a lidiar. Por eso, el foco principal de los neobancos son las generaciones más jóvenes, para quienes el mundo digital es, sencillamente, rutina.