El corazón es el órgano fundamental de cualquier ser vivo. Por eso, los científicos se han esmerado en investigar para tratar de conseguir, mediante la tecnología, lo último no solo para garantizar su funcionamiento cuando haya empezado a deteriorarse, sino también con la idea de incidir en la calidad de vida.
Los marcapasos electrónicos ocupan el primer lugar de la tecnología. Los biológicos se han ido erigiendo como una alternativa en este campo. El primer paso en firme lo dieron científicos del Instituto del Corazón Cedars-Sinai de Estados Unidos, que crearon el primer marcapasos biológico en corazones de cerdos gracias a la terapia génica, a partir de células madre.
La introducción de un gen en las células cardíacas permite que estas asuman la tarea de marcar el ritmo de los latidos del corazón enfermo. Los investigadores crearon un nuevo nodo sinoauricular en una parte del corazón que normalmente distribuye el impulso eléctrico, pero no lo crea.
Sobre este avance, Francisco Ruiz Mateas, perteneciente a la Sociedad Española de Cardiología, declaró al diario El País que desde hace mucho se estaba detrás de algo así. “Hace años que se busca un marcapasos biológico. El hecho de que se haya ensayado en cerdos, el animal más parecido al ser humano en muchos aspectos médicos, es prometedor”.
Sin embargo, aseguró que hay aún la terapia génica está comenzando y que falta mucho por profundizar.
Referencias
https://elpais.com/sociedad/2014/07/16/actualidad/1405533179_166457.html